"El Infierno es vivir cada día sin saber la razón de tu existencia." - Sin City

martes, 27 de agosto de 2013

Genia




Valeria es una genia. Siempre destacó. Desde jardín de infantes sobresalía por delante de sus compañeritos. La primera en hablar, la primera en caminar. En la primaria no fue la excepción, nadie podía competir con ella. Terminó adelantándose un par de años. Lo mismo le pasó en la secundaria. Destaco desde matemáticas a algebra. Desde literatura a ingles, francés y alemán. En educación física era buena en handball, volley, básquet, softball y cualquier deporte que practicaran. Ganó en las olimpiadas de física, matemática, historia, computación y de cada materia que tuviera una competencia. Siempre a la bandera. La universidad no fue el gran desafío que ella esperaba. Se recibió con honores, doctorados, maestrías, posgrados y licencias. La mente favorita de cada profesor. Nunca hubo un alumno al que recordaran tantos profesores de una universidad. Una carrera de 10 años hecha en 6, recibida con 18 años y el mejor promedio en la historia de la universidad, y el país. Las empresas se disputaban su curriculum. Como era de esperarse, entró en la mejor y con la mejor paga, casi lo mismo que cobraba el más alto de sus superiores. Pero hoy, por primera vez, no sabe algo. Y no encuentra respuestas. Lleva días así. Pero no sabe que hacer en esta situación. Su compañero de laboratorio, ese que le enseño las instalaciones, ese que almorzó con ella desde el primer día, ese que la alcanza a casa, el que le presento a cada uno de sus compañeros de trabajo, la acaba de besar. Un beso rápido, robado, sincero. Él se queda mirándola, aguardando la respuesta. Una cachetada. Otro beso. Pero por primera vez, ella no sabe la respuesta. Aprendió tantas cosas. Le enseñaron todo. Pero nunca le enseñaron a sentir.