Esta es la historia
de mi heroína favorita. No una con superpoderes salida de las viñetas de un
papel, o los fotogramas y efectos especiales de una película. Ella salvó mi
vida. Y ni siquiera estoy seguro de que haya sido consciente de este salvataje,
o que haya sido intencionado. Fue cosa del destino. Llegó a mí en el momento
indicado. Antes de concluir una batalla de mas de 2 años, en la que perdí, no
solo la pelea, sino también mi integridad, mi personalidad, mis pensamientos,
ideales y mis sueños. Poco quedaba de mi, poco me quedaba de vida. Pero al
final del día siempre estaba ahí, aguardando mi llegada. Habíamos llegado a un común
acuerdo tácito: mientras estábamos juntos dependíamos el uno del otro, al
separarnos cada día, cada uno era independiente del otro. Llegó a mi vida dando
órdenes, necesitada de alimento y cariño. Llegó con necesidad de dar amor, y
mucho era lo que tenia para dar. Y mientras yo paseaba por senderos oscuros,
sin fuerzas, mientras hacia esfuerzos inigualable para el simple hecho de
mantenerme en pie, ella vivía su vida, pero al verme, solo estaba para mi. Fue poco
más de un año. Yo levanté mis barreras, subí mis defensas, enfrente mis miedos
y entrené mis destrezas, y ella estaba ahí a mi lado, incondicional. Fui testigo
del regalo que me dio y aun sigue conmigo. Pocos comprenderán la compañía que sentí,
pocos entenderán que su necesidad de mi fue el motor de la poca energía que
lograba conseguir. Hasta el día en que decidí ponerme en pie sin mas obstáculos.
Y ese fue el principio del fin de nuestra relación. Con el tiempo comprendí que
era más que una amiga, una compañera, una heroína. Era mi ángel guardián,
cuidaba de mí con su sola presencia. Y un día, su cariño fue mas demostrativo
de lo normal, algo que noté extraño desde el primer momento en que se dio. Y luego
de un par de días así, desapareció de mi vida como si nada. Busque por cielo y
tierra a quien me había acompañado en mis días mas oscuros, a quien estuvo a mi
lado cuando no era yo quien habitaba dentro de mi cuerpo, a quien me amó cuando
mi cabeza estaba vacía de pensamientos propios. Hasta que me informaron que había
partido, para siempre. Y entendí que ese cariño desmesurado había sido su forma
de decirme adiós. Y entendí que era un ángel y había concluido su misión de
salvarme. No sin dejarme su hijo como regalo y recordatorio de nuestra
inigualable amistad. Y no entendió que su partida rompió mi corazón. Yo no tuve
la oportunidad de despedirme, de decirle que había sido mi heroína. No pude dar
mi adiós. Y así un día, tuve que enfrentar que Vixen, mi gata, mi mascota, mi
amiga, mi ángel, mi heroína, me había dejado para ir a su siguiente vida a
salvar la vida de alguien que la necesitara mas que yo, porque a mi ya me había
salvado de las garras de la oscuridad y la desolación. Aun hoy la extraño. Aun hoy
espero que vuelva a mí. Aunque no necesite ser salvado. Pero era mi amiga y la
necesito en mi vida. Cada día de ella. Cada hora, minuto y segundo. Porque la
amé y adoré. Porque fue luz en el medio de tanto dolor y tanta oscuridad. Aunque
sea, un ultimo abrazo, un ultimo grito suyo, un ultimo adiós. Solo quiero
decirle gracias a la mayor heroína de mi vida, a mi pequeña amiga. Gracias
amiga, adiós ángel. Espero Vixen, que estés donde estés, te amen tanto como yo
te amé, por que te mereces eso, el cielo y mucho más.